Cada gota de Musk de Alyssa Ashley encierra una leyenda de seducción y encanto, una historia enraizada en antiguos mitos y profundas pasiones. Extraído originalmente de las glándulas del ciervo tibetano, el almizcle siempre ha evocado un aura de irresistible sensualidad. Con la evolución de la perfumería, esta esencia primordial se ha recreado en el laboratorio, pero su poder para encantar y cautivar permanece inalterado.
Se cuenta que en la India el demonio Pulaka, tras una larga expiación, recibió del dios Shiva una fragancia tan sensual como embriagadora. Con ella empezó a seducir a las mujeres del dios, provocando la ira de Shiva. Furioso, Shiva le obligó a abandonar su forma demoníaca, pero le permitió conservar la fragancia, concediéndole un poder de seducción eterno. Del mismo modo, en China se decía que las concubinas se nutrían de almizcle para que cada poro de su piel susurrara sensualidad.
Y luego estaba la princesa Josefina, esposa de Napoleón, que utilizaba profusamente el almizcle creado por la Maison Houbigant para seducir a su emperador, asegurándose su devoción. Alyssa Ashley celebra esta herencia, reinterpretando el legendario almizcle con un toque moderno, creando una fragancia que encarna el arte de la seducción, aumentando la confianza en uno mismo y dando rienda suelta a nuestro lado más transgresor. Musk by Alyssa Ashley es más que un perfume: es una invitación a vivir cada día como una obra de arte, a escribir tu propia historia de encanto y atracción.
